miércoles, 7 de septiembre de 2011

Convicción Daniel 3:17-18

17 He aquí nuestro Dios a quien servimos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua de oro que has levantado.

Miro este versiculo una y otra vez y me imagino como esta pintada esta pelicula,  real, sin  ficción, el horno de fuego ardiendo, el rey autoritario, un dios de metal y tres jovenes Sadrac, Mesac, y Abed-nego con una convicción de que no servirian a otros dioses fuera del Dios verdadero incluso si esta decisión les llevaria a la misma muerte.


¿Como sabemos que estaban apegados a soportar sea cual fuere la voluntad de Dios?

Ellos confiaban en Dios y que El iba hacer lo mejor en esa situación, ellos no le aseguraron al rey que Dios le libraria del horno sino que podria librarlos si fuera su voluntad, porque seguido dice y si no, o sea que ellos por la conviccion que tenian hacia Dios y de lo malo que el rey le exigia que hicieran, sin importarle que este totalmente contrario a Dios, ellos no accedieron y esperaron en Dios.

Bien lo dice 1 Juan 5:14
Y ésta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.

¿Cuál es el secreto?
Pedir conforme a su voluntad

¿Cómo sabemos cual es su voluntad?
Lo sabremos si somos guiados por Cristo por medio del Espiritu Santo.

Por ejemplo si comparamos nuestra vida con un automovil y el conductor es Cristo

¿Cuáles son las necesidades de un automóvil?
Aceite de motor. Sin el aceite, el motor se engrana.
Combustible
Filtros
Cubiertas etc.
Pero ¿Qué pasaria si el automóvil se pone rebelde y pide el alerón de un Boeing 747?

por mas que pida y pida con todas sus fuerzas el conductor sabe que eso no le serviria, asi que no le va dar

Debemos saber cual es la voluntad de Dios y pedir, ademas de confiar en El sea cual fuere la situación que estemos viviendo.

Dios es poderoso para librarnos de cualquier situación, y si no nos libra igual debemos servirle.

Hechos 16:23-25

Y después de haberles herido de muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad.
El cual, habiendo recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro; y les apretó los pies en el cepo.
Pero a media noche, Pablo y Silas oraban, y cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

A Pablo no lo libroóde los azotes porque no era su voluntad ya quedebía  testificar al guardia de la cárcel para que sea salvo.



29 Él entonces, pidiendo luz, entró corriendo, y temblando, se derribó a los pies de Pablo y de Silas;
30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
31
Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa.


Amen!!!





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